Cookies de chocolate sangrientas para Halloween

16 octubre, 2017Chocolate a la Taza, Recetas, Sin categorizarBy chocolatesclavileno

¿Puede haber algo más delicioso y terrorífico que unas galletas con Chocolates Clavileño sanguinolentas? Puesto que quedan pocas semanas para la noche de Halloween, te vamos a presentar una selección de nuestras mejores y más espeluznantes recetas para que tengas tiempo en preparar, sorprender e impresionar a tus amigos y familiares estas semanas. ¿Estás preparado para causar auténtico terror chocolateado? ¡Aprende cómo preparar cookies de chocolate sangrientas con nata!

INGREDIENTES

40 grs. cacao en polvo Clavileño
250 grs. harina de trigo
200 grs. mantequilla sin sal (temperatura ambiente)
100 grs. azúcar
1 pizca de sal
Sirope de fresa, chocolate o caramelo

ELABORACIÓN

Precalentar el horno a 180ºC.
Mezclar la mantequilla con el azúcar en un bol grande con una batidora eléctrica.
Agregar la harina de trigo, el cacao y la pizca de sal y mezclar hasta que se forme una masa homogénea.
Coger una bandeja para hornear y colocarle una capa de papel vegetal para horno.
Amasar bolitas pequeñas con la masa del tamaño de una pelota de golf y ponerlas sobre la bandeja. Después, aplastarlas con un tenedor o con los dedos procurando dejar espacio entre cada una de ellas.
Hornear durante 20 minutos.
Sacarlas del horno, amasar las bolitas, aplastarlas más y seguir horneando hasta que estén listas.
Dejar reposar a temperatura ambiente.
Con nata montada (preparada de forma casera o de bote preparado), coger dos galletas y, sobre una de ellas, poner nata al gusto (sin pasarse, ya que debe quedar ligeramente aplastada por otra galleta).
Echar sobre la nata y, como si de sangre se tratara, echar sirope de fresa hacia fuera. Puedes optar por sirope de chocolate o caramelo al gusto.
Colocar otra galleta en la parte superior y decorar con dos cerezas como ojos que, para que se queden sujetas, puedes untar sobre chocolate a la taza Clavileño y posar. Cuando se endurezca quedarán perfectas.
Reservar en lugar fresco y seco para que la nata no se deshaga. Lo ideal sería refrigerarlas, pero no dejarlas mucho tiempo, ya que se endurecerían muchísimo.