El cacao en polvo fue el gran tesoro de los aztecas debido a todas sus buenas propiedades.
El primer contacto de Europa con el cacao fue a través de Cristóbal Colón a América (1502), aunque los españoles realmente lo descubrimos décadas más tarde. En lo que hoy es conocido como México, los aztecas elaboraban una exótica bebida elaborada a base de granos de cacao; se trataba de una preparación de sabor muy fuerte ya que el cacao lo mezclaban con ingredientes como el chile o los hongos alucinógenos. Es decir, una bebida que no se parece en nada al dulce chocolate que hoy conocemos.
El cacao en polvo es un ingrediente bajo en grasa que se obtiene de moler las nueces del cacao. Es uno de los alimentos con mayor concentración de antioxidante y también posee magnesio, calcio, fósforo y cobre. Es por eso que el cacao en polvo tiene múltiples beneficios para la salud:
Obesidad: ayuda a modular el metabolismo de lípidos, reduciendo la síntesis de ácidos grasos e incrementando la termogénesis, lo que genera la producción de calor en el tejido adiposos.
Salud cardiovascular: los flavonoides del cacao facilitan la dilatación de las arterias renales regulando el aporte de oxígeno y de nutrientes que llegan a estos órganos.
Cerebro: Sus flavonoides ejercen un papel neuroprotector, mejorando las funciones de memoria y la capacidad de aprendizaje. También tiene beneficios en la prevención del alzhéimer
Diabetes: Ayuda a mejorar la resistencia a la insulina y el metabolismo de la glucosa.
Piel sana: Los flavonoides aumentan la elasticidad, hidratación y densidad de la piel.
Presión arterial: su gran contenido en flavonoides ayuda a regularla y a su vez estimular la producción de óxido nítrico, lo que relaja los vasos sanguíneos.
¿Conocías todos estos datos interesantes sobre el cacao?