Hace más de 130 años…
En la localidad alicantina de Villajoyosa, Jaume “Martí” decidió dedicar su vida a la elaboración artesanal del chocolate. Solo era el comienzo de una tradición que acompañaría a la familia hasta nuestros días.
Fue su hijo Félix el que, en 1914, continuó con el oficio de su padre, trabajando el chocolate durante varias décadas, perfeccionando sus métodos y técnicas, y estableciendo una tradición que pasaba de generación a generación.
En 1952 los hijos de Félix, Jaime y Pedro, prosiguieron con la elaboración artesanal que heredaron de su abuelo, respetando su técnica tradicional.