El canal 8 Mediterráneo ha querido mostrar parte de nuestra amplia gama de productos y en especial qué función tiene el chocolate a la taza en un día tan señalado como es el día de San José en Valencia.
Para ello, el canal 8 Mediterráneo se desplazó al Gremio de Maestros Confiteros de Valencia, el cual es el más antiguo de Europa. Una vez allí, Ainhoa se encargó de explicar el proceso del paso del fruto del cacao a lo que todos conocemos como chocolate.
Según afirmó la reportera:
“Hacer un chocolate es complicado y hay que tener mano, pero también hay que tener una muy buena materia prima como el Chocolate Clavileño”.
El chocolate a la taza de Clavileño es uno de los más tradicionales del mercado y en Valencia lo saben bien, pues cada 19 de marzo se hacen grandes cantidades de este para acompañar a sus famosos buñuelos. Uno de los secretos que nos aporta una de las reposteras es que hay que diluir muy bien el cacao en la leche y si quieres aportarle un sabor diferente puedes dejar la leche infusionando con corteza de naranja y una rama de canela mientras se calienta y así luego el chocolate tendrá un toque especial.
Para los buñuelos, ellos ponen el doble de calabaza que de harina. Se utiliza una harina de fuerza porque se utiliza una levadura de repostero, por lo que no se puede utilizar la misma harina que para otro tipo de postres. Este dulce se realiza de forma artesanal y a la hora de echarlos a freír se les da forma con una manga pastelera o en este caso con la mano, que es la forma más tradicional. Una vez fritos se pasan por azúcar y se mojan en una buena taza de chocolate. Haz click aquí para ver el reportaje al completo.
Aunque le chocolate a la taza es uno de los productos más conocidos de nuestra marca, vamos aumentando nuestro surtido de productos para adaptarnos a las necesidades del mercado y del perfil del cliente final. Por ejemplo, uno de los chocolates que está más en auge es el chocolate puro, ya que hay una corriente de personas que se preocupan por llevar una vida saludable, pero no quieren dejar de lado el placer de disfrutar de un buen chocolate.